jueves, 29 de marzo de 2012

paseo de verano



Los que vivimos en la ciudad muchas veces anhelamos un poco de paz y tranquilidad, de esa que se consigue estando en contacto con la naturaleza, mirando un cielo limpio y soleado y respirando aire puro.



En capital hay plazas, aunque las que están por mi barrio nos quedan chicas los fines de semana y la gente ensucia mucho, lamentablemente. También está la reserva para los amantes de lo agreste.



Pero para aquellos que queremos pasar un rato lindo,
en un ambiente agradable, sereno y limpio,



al aire libre y estéticamente irreprochable,
nada mejor que darse una vuelta por el Jardín Japonés.



Aunque no tiene juegos, a los chicos les encanta.
Agus fue varias veces


esta foto es de la primera vez que lo llevamos

y

acá lo ven con su bolsita de comida para peces, observando el comportamiento de las carpas, ya hecho todo un señor.


Es un pequeño paraíso en el medio de la ciudad.
No conozco persona a la que no le guste.
Será por sus puentecitos,



o por los animales que se pueden ver,






será la atmósfera zen...
no sé, quizás todo eso junto.

lunes, 26 de marzo de 2012

Vacaciones!



La última vez que vimos el mar fue en febrero de 2009. Desde entonces no tuvimos vacaciones.
Ese año nos enteramos que nuestro hijo era monorreno, es decir que tenía un sólo riñón. Había nacido así, pero recién a sus 4 años en un estudio de control nos enteramos.
Gracias a Dios está sano y puede hacer una vida normal, pero mi corazón de madre se estrujó de una manera indescriptible.



El verano del 2010 pasó rápido y casi no lo lamentamos, el del 2011 en cambio, fue trágico.
Algún día contaré con más detalle, por ahora puedo decir que sufrí y sufrimos una gran pérdida, un bebé que venía en camino.
Pero todo se pasa y así llegamos a este verano 2012, con nuevo trabajo y sin vacaciones otra vez. Ya estábamos resignados.

Hasta la semana pasada cuando mi jefa me anunció que me correspondían 2 días de vacaciones y que me los tenía que tomar.
Todo se acomodó de una forma casi mágica, desde la seguidilla de feriados de la semana que viene hasta el departamento en la costa que nos presta una tía.




Y por eso logramos planear unas mini vacaciones.
Los tres necesitábamos alejarnos un poco de todo, sacudirnos todo el cansancio y el stress que acumulamos durante estos años.
No sé si llegaremos a darnos unos terapéuticos baños de mar porque el otoño ya se siente, pero le prometía a mi hijo que íbamos a rodar por los médanos y que íbamos a dejar ahí todas nuestras preocupaciones.


miércoles, 21 de marzo de 2012

¡Qué me pongo!



Basta de vueltas, estoy gorda y nada me entra. Esto no es nuevo, siempre tuve mis épocas de sube y baja. Ahora estoy arriba y la ropa de siempre no me entra y no puedo gastar más.



Decidí entonces buscar en mi provisión de hilos y lanas, a ver si encontraba algo con qué tejerme un chaleco.
Creo que siempre que estuve con sobrepeso recurrí al chaleco, siento que me tapa los rollos y me siento más cómoda. Pero no por eso me voy a hacer una carpa. No, no. Para eso tengo mi colección de revistas de El Arte de tejer y Para T'i tejidos entre otras.

Siguiendo un modelo de El Libro de oro del tejido n° 11, de Para T'i, comencé hace dos días este modelo


y la verdad, me encanta!
Los colores que encontré son más sobrios que los del original, pero es lo que tenía y me gusta.


Podría estar acá toda la tarde... tejiendo, mientras atardece y el sol pega en los edificios de enfrente.


Tejo, miro el diagrama, tejo, miro el cielo...



me pierdo, vuelvo a contar los puntos y veo que me equivoqué, tejí un punto menos, pero no importa, destejeré la vuelta entera y volveré a empezar.

viernes, 16 de marzo de 2012

Viernes




Alguien se acuerda de la canción de Los Carpenters "Rainy days and Mondays"? Me crié escuchándolos y recuerdo bien cuando coreaba con ellos " Rainy days and Mondays always get me down". Bueno, este post habla de lo opuesto.

¡Que día precioso! Ni frío ni calor, la temperatura ideal. El cielo está como el de la presentación de Los Simpsons.
El último día de la semana laboral para mí, así que siempre me levanto optimista.
Agus se fue a almorzar a lo de mi mamá y le fue bien en la prueba.
Esta tarde, como todos los viernes, traeré flores para adornar mi casa.
Pasé por la panadería y...¡siempre es lindo pasar por la panadería!

Hoy además recibí unos regalos de una muy querida amiga. ¿Les muestro?



este hermoso hilo "vintage" traído de un país lejano...



Precioso... me imagino un montón de manualidades que puedo hacer con él... algo en crochet muy delicado...una chalina en telar o un bordado romántico.



Una panamina, justo cuando estoy con antojo de volver a bordar en punto cruz!


Un pote de yogurt griego C-A-S-E-R-O!





Y la promesa de enseñarme a hacerlo.

Como es demasiado generosa, a todo esto le agregó un collar de lo más alegre, que pienso estrenar hoy.



Ojalá los lunes fueran así de lindos.

martes, 6 de marzo de 2012

¡Quiero pura lana!




El año pasado comencé a cardar la lana que me regalaron. Unos amigos me trajeron de Pehuajó dos vellones, para mí solita!
Mi marido los mandó al balcón (a los vellones)


y ahí estuvieron hasta que los limpie un poco y los preparé para cardar. Me aconsejaron que la lavara recién cuando estuviera hilada para no perder la lanolina.



La verdad no me pareció que estuvieran muuy sucios salvo algunas partes y el olor no me resultó desagradable.




Para cardar compré un peine para peinar perros, éste fue el gasto más grande que hice.


No piensen que hago esto de aburrida que estoy nomás, mi interés por la pura lana empezó hace unos años...



Una vez en un retiro me enseñaron a hilar a mano, con huso y aunque no me salió nada bien, me gustó tanto que me quedé con la idea de aprender algún día. Lo más fácil hubiera sido anotarme en algún curso donde te proveen del material y hay profesores que te enseñan, pero yo soy complicada y obstinada.


YO QUIERO HACERLO POR MI CUENTA DESDE EL PRINCIPIO,
QUIERO HILAR MI PROPIA LANA
Y TEJER ALGO CON EL PRODUCTO FINAL.

Por las imágenes se darán cuenta de que soy autodidacta... hay mucho bodoque y se enrosca demasiado, pero éste es el primer intento nada más.


Como la idea era gastar lo menos posible, le pedí a mi marido que hiciera el huso



¿No quedó bárbaro? Una tapa de helado, un palito de madera y un ganchito.


Mientras hilaba, pensaba que algún día iba a estar haciendo lo mismo pero en un escenario diferente, no en mi departamento en la ciudad sino en el campo, disfrutando de la vida al aire libre. Por un momento me transporté.